Un mensaje poético cuyo contenido puede tornarse pesimista, pero al final nos deja una maravillosa lección: El verdadero camino no implica una ruta trazada o creada por los hombres en manera alguna; el camino por el cual debemos de andar para alcanzar la meta, que es llegar a Dios el Padre, es una persona: JESUCRISTO.
Es difícil Señor
Señor, no es fácil vivir en un mundo
intranquilo y confuso; es difícil creer,
cuando existe tanta incertidumbre;
es penoso esperar, cuando hay
tanta confusión.
Es difícil amar, cuando hay
tanta decepción; es complicado ser honesto,
cuando hay tanta maldad; es difícil cumplir
el deber, en medio de tanta competencia.
Es peligroso manifestarse,
cuando hay tanta incomprensión;
es difícil ser tranquilo, cuando hay
tanta violencia; es difícil ser luz,
en medio de tanta oscuridad.
Es difícil ser humilde, en un mundo
que aprecia la gloria y el prestigio;
es difícil ser camino, cuando hay
senderos tan diversos; es difícil consolar,
cuando hay tanto desespero.
Es difícil ser calmado, en un mundo
agitado; es difícil ser fuerte, cuando
son tantos los débiles.
Mientras tanto, Señor, sé que necesito creer,
amar, esperar, ser bueno, ser luz, ser camino.
Y sé también que todo eso sólo es posible
con Tu fuerza, porque Tú eres nuestro
Camino, Verdad y Vida.