Influencia de la televisión en los niños y la familia
Problemas que trae la televisión en la familia. Poner límites
No permita que la televisión los separe
Los jóvenes ante sus programas predilectos se desconectan del mundo exterior, pero sucede que, los padres también llegan a casa y tras un breve saludo se sientan como bobos a ver deporte, noticias u otros programas, mientras los hijos saltan y brincan para hacerse notar, y al no lograrlo, terminan sentados junto a ellos durmiéndose. Asimismo, mamá trata de comunicarse con papá y termina obteniendo semejante respuesta “espera un momento, se me pasa el programa que esta interesante, ya casi termina” y vencida, opta por callar. Algunas parejas encienden la televisión mientras hacen el amor y tienen la osadía de interrumpir el acto, porque algo que ven les gusta.
Asi pasa el tiempo y cuando los padres deciden jugar con sus hijos ya no es hora, han crecido, ahora esos hijos no tienen tiempo pues su interés es otro.
Hay que disfrutar de los niños y no perder el concepto de familia, porque la niñez, infancia, adolescencia pasa pronto y la televisión siempre estará frente a nosotros.
Dificultades: familia y televisión
La televisión se constituye en una división familiar, porque no coinciden las preferencias. La madre quiere ver novelas, los niños muñequitos y el papá deporte, la solución que a veces se busca es comprar varios televisores, entonces, el cuadro es grave, porque esa decisión no es correcta y los niños se van a un cuarto a ver muñequitos, el padre a la sala con su deporte y mamá en su habitación o cocina a ver la novela.
Todos están complacidos, pero lo cierto es que cada vez están más separados, se comunican menos, impera la comodidad y aumenta el egoísmo.
La televisión influye en la ruptura de los esquemas familiares con rapidez, reduciendo la conversación familiar y el compartir. Con buen criterio pueden tener un televisor en un área común y elegir programas adecuados donde todos participen, comenten y compartan.
Si la base de una buena relación está en la comunicación ¿porqué arriesgarnos a perderla?
La televisión es una invitada permanente en los hogares que suele convertirse en intrusa. La televisión debe estar en función de la familia no la familia en función de la televisión. Regida y sometida a ciertos horarios que favorezcan la convivencia, trabajo y crecimiento intelectual, psicológico, espiritual de todos los miembros, los programas deben ser elegidos por los padres, con tacto y que la programación responda a los principios del hogar. .
No deje que el televisor sea el desahogo de su hijo en momento de crisis, no cierre sus puertas del corazón.
La pantalla chica puede ser un agente de valores como de antivalores. Esta realidad fortalece si agregamos sus complementos: ataris, celulares, videojuegos, nintendo, internet y otros. Esto es un verdadero reto para los padres, no debemos adoptar actitud pasiva, es una responsabilidad.